Queda una textura crujiente como de patatas fritas, la receta dice que
se puede conservar bien en un recipiente hermético, pero a medida que
pasan los días van perdiendo ese toque crujiente
INGREDIENTES:
115g de queso parmesano rallado. ( En realidad la cantidad es la que dispongais en casa).
PREPARACIÓN:
Precalentamos
el horno a 200º y cubrimos la placa de horno con papel de hornear. Con
una cuchara, vamos repartiendo el queso en pequeñas porciones bien
separadas entre sí sobre la placa. Ahora las aplastamos con el dorso de
la cuchara hasta formar pequeños círculos.
Horneamos
durante 5 minutos, hasta que el queso se dore. Apagamos el horno y lo
dejamos reposar dentro 1 minuto aproximadamente para que adquiera una
textura más firme. Con ayuda de una espátula, retiramos cuidadosamente
las porciones del papel. Ahora, la receta dice que demos forma de teja
con la ayuda de un rodillo de cocina, pero a mi así no me cogía forma de
nada, es más se quedaban aún más planos, así que les fui dando forma
con las manos con mucho cuidado de que no se partieran. Por último
dejamos enfriar sobre una rejilla, aunque calentitos están también
buenísimos!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario